Si algo he aprendido en todos mis años de empresaria es que los mayores batacazos con nuestros negocios surgen cuando no nos permitimos SER y no nos ponemos a nosotras como prioridad.
Hasta hace dos años, yo era Paula Rodrigo, una mujer muy profesional que por medio de su agencia de publicidad sabía a la perfección cómo hacer a otros brillar a través de sus marcas.
Llegó un día en el que tuve la suerte de encontrarme con un cliente que me ofreció un proyecto gigante. Para mí este era un gran salto profesional, sin embargo, este cliente resultó ser un presunto estafador.
Esto me dejó un batacazo enorme, con unas cifras de unos 80.000 euros en pérdidas.
Pero lo que más me dolió fue que en ese proyecto regalé un verano entero con mi querida Lola (mi hija) que entonces tenía 2 años, dejé de recibir más clientes porque estaba a full con este proyecto y regalé mi valía no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal.
Moralejas que me quedaron:
- El dinero es vital en una empresa
- Tienes que saber elegir a quién das tu energía, tu poderío y tu profesionalidad
- Pero sobre todo, lo más importante en tu negocio eres TÚ